Jamás hubiera pensado que me podía acostumbrar al sabor del café. Y es que un café bueno no tiene nada que ver con el típico. Imagino que con las cervezas (que tampoco suelen gustar de primeras) pasará parecido, pero ahí ya no me voy a meter porque no me interesa nada el alcohol.
@aperalesf Creo que el café es algo bastante personal, como el té y otras bebidas. A mí no me gustaba el café que me preparaba mi padre, pero yo ahora sé la cantidad justa de café y leche y azúcar (o miel) para que me encante. Las marcas también influyen. El té me encanta con la cantidad justa de miel y limón, sino meh. Y la cerveza me encanta según la marca. Desgraciadamente en Andalucia todos empezamos recibiendo de alguien una Cruzcampo, que no se le puede ni llamar cerveza, y claro, a quién le va a gustar una primera vez así.