Jamás hubiera pensado que me podía acostumbrar al sabor del café. Y es que un café bueno no tiene nada que ver con el típico. Imagino que con las cervezas (que tampoco suelen gustar de primeras) pasará parecido, pero ahí ya no me voy a meter porque no me interesa nada el alcohol.
Ahora, nunca he entendido ni entenderé a esta gente de "yo sin un café no arranco". Todo mal con esa frase.
@aperalesf A mí me pasa eso. Por la mañana al levantarme solo soy un zombie en busca de la cafetera.
