Que sí, que estoy un poco como una cabra queriéndome dar el *lujo* de no ir en un vagón abarrotado y que quizá no es un caso de uso a contemplar.
Pero la involución es significativa. Antes entendía las críticas a la web de Renfe. Pero una vez aprendías los trucos, no era para tanto.
Me recuerda a aquella vez que el profesor de esquí me felicitó porque decía que hacía falta un físico portentoso para esquiar tan mal. Es meritorio lo que ha conseguido Renfe.