El veredicto dice que comprar WhatsApp no convierte a Meta en monopolio. (Me alineo con la ley de mercados digitales que dice que WhatsApp es un monopolio.)
Parte del argumento es que la gente prefiere ver vídeos cortos de gente que no es su contacto, a actualizaciones de sus contactos, porque en realidad no tienen relación con sus contactos y ya no está de moda escribir actualizaciones.
Curiosamente, creo que estos dos factores los causó la comercialización de Twitter y de Facebook.